DE DAR EL CANTE A CANTAR NANAS
- Diversión, reflexión y originalidad de la mano de la última obra de la compañía Chirigoticas, «Juanita Calamidad».
- Antonio Álamo dirige y firma un texto que puede verse en la Sala 1 de los Teatros Luchana (Madrid).
Por Cristina. | Sin duda, “Juanita Calamidad” se convirtió en un broche de oro para terminar el Día Internacional de la mujer. La compañía Chirigoticas estrenaba ayer, 8 de marzo, su último montaje, una brillante comedia protagonizada por tres actrices versátiles en estado de gracia.
La sala 1 de los Teatros Luchana se convierte en el escenario de esta propuesta, un retrato de féminas, un discurso muy audaz de la mano de una anti Yerma que a golpe de cantes, símiles y mucha guasa invita a reflexionar sobre la condición de ser mujer. Antonio Álamo dirige y firma el texto de esta brillante propuesta, un obra protagonizada por Alejandra López, Ana López Segovia, Teresa Quintero (o Rocío Marín), unas metralletas verbales, unas kalashnikov. Este desacato a la figura femenina lorquiana no insta a juzgar, sino a retratar una verdad cuando el instinto maternal llama a tu puerta. Juanita, una juerguista de tomo y lomo a sus cuarenta años, una maestra de la marcha atrás, es reacia a la maternidad y a cualquier cosa que conlleve compromiso. De bar en bar, cerrando karaokes, haciendo notar la sangre andaluza que le corre por las venas, disfruta viviendo el presente sin decir que no a una fiesta (aunque le pille en pijama) junto a dos amigas tan todoterreno como ella (dos / tres figuras de lo más auténticas y divertidas).
Un día, resacosa, escucha una «voz» que le aconseja un poco de sensatez. ¿No es hora de dejar de dar tumbos, de plantearse centrarse y cambiar? Y se lo plantea. Esto marca el cambio de rumbo de una noche de chicas que parece desarrollarse en modo non stop y que acaba con Juanita, la «hedecididoquevoyacambiarperoyaserámañana», arrestada por escándalo público. Capricho del destino, entre rejas su suerte cambiará para siempre al conocer a su abogado, el futuro padre de su hijo.
De cantar a la fiesta a cantar una nana, traspasar el umbral de ser madre, «Juanita Calamidad» resulta una pieza de lo más acertada, ingeniosa, verídica y tronchante. La risa es la gasolina de esta propuesta, un disfrute estupendo, ya no solo por un texto de 10, sino por el trabajo de sus actrices, inmensas, bravas y pasionales.
Madre no hay más que una. Y vida también… ¡Qué cada uno la viva como quiera!
Pincha aquí para obtener más información y comprar entradas para «Juanita Calamidad».