Hablamos con Mario Hernández, que tras haber recorrido la escena teatral, y habernos hecho disfrutar de títulos como «Una mujer desnuda y en lo oscuro», «El pecado mortal de madame Campoamor» y «Un Oscar para Óscar», entre otro, estrena su ópera prima «Tregua(s)», una antihistoria de amor protagonizada por Salva Reina y Bruna Cusí.

Por Cris | Aunque recién despega la filmografía de Mario, mucha trayectoria tiene tras esta primera incursión en el largometraje. Y es que, Mario Hernández es un prolífero creador, que si bien en el corto tiene sus pinitos, es en la dirección teatral la que nos llevaba hasta él. Habiendo disfrutado de su firma en propuestas como «Una mujer desnuda y en lo oscuro», «El pecado mortal de madame Campoamor» y «Un Oscar para Óscar», estrena «Tregua(s)», una sensacional ópera prima que llega a los cines el próximo 22 de septiembre.
Protagonizada por Salva Reina y Bruna Cusí, el director madrileño da una vuelta de tuerca a las películas de pareja con una antihistoria de amor articulada por unos diálogos inteligentes y brillantes. ¡No te pierdas la entrevista!
«Me fascina la fuerza y el poder de la palabra, y la convertí en el motor de toda la película»
Mario Hernández sobre «Tregua(s)»
Venimos de disfrutar mucho de tus propuestas teatrales y confirmamos nuestras cinco estrellas a “Tregua(s)”, ¡qué estupenda ópera prima, Mario!
Muchas gracias, y me alegro también que hayáis disfrutado de mi teatro.
Una historia que transcurre su acción en el Festival de Málaga, donde se fraguó un poco todo, ¿no?
En realidad, transcurre en “un festival de cine”. En la película no se especifica nunca cuál. Pero está claro que si reconoces la ciudad de Málaga en los exteriores de la película, o su famoso hotel, es obvio. Los primeros pasos del largo se dieron en este festival, sí, en su edición de 2021, donde presentamos el proyecto en su sección Neocine.
¿Cuánto tiempo has estado trabajando en este proyecto? ¿Cómo ha sido crear este primer largometraje?
La primera versión del guion es de 2019; desde entonces hubo varias reescrituras, pero más en diálogos y detalles que en la trama, que más o menos siempre ha sido igual. Como tiene una estructura articulada en torno a tres grandes bloques, la escritura fue “relativamente fácil”: yo sabía dónde quería empezar y acabar cada bloque, cada uno enfocado en un aspecto de esta anti-pareja, y para llegar del punto A al punto B me servía del diálogo entre ellos. Me fascina la fuerza y el poder de la palabra, y la convertí en el motor de toda la película.

¿Bruna y Salva fueron tus primeras opciones? Ambos maravillosos, por cierto.
Salva estuvo desde el minuto uno, estaba en mi cabeza escribiendo el guion. Ya habíamos trabajado juntos, tenemos un humor y una forma de encarar el trabajo similar. Además, quería empezar a producir sus propios proyectos, así que qué mejor que ofrecerle uno donde no se calla en hora y media, jaja. Bruna fue uno de esos milagros que ocurren a veces: apareció a dos semanas de empezar el rodaje. Le llegó el guion, y se lanzó de cabeza, dispuesta a todo. Y sí, estoy de acuerdo contigo: los dos están maravillosos.
Entiendo que Salva era candidato ganador porque ya habíais trabajado juntos y se nota el feelling good que tenéis. ¿Cómo le definirías cómo actor? ¿Es un personaje construido pensado en él?
Salva reúne para mí todas las cualidades de mis actores favoritos, de Jack Lemmon a Vittorio Gassman, de José Luis López Vázquez a Alberto Sordi: su humor, su esponatenidad, su realidad, pero sobre todo, su humanidad. Salva tiene una vis cómica extraordinaria, pero puedes ver en su mirada todo el dolor de un ser humano. Creo que el espectador se identifica inmediatamente con él porque siente esa conexión personal y humana.
» “Tregua(s)” habla de la dificultad de saber quiénes somos, y qué queremos, de saberlo y sobre todo de aceptarlo»
Los matices, los grises, es algo que hila la narrativa de “Tregua(s)”. ¿Es la terminología o la necesidad por etiquetar las cosas lo que mata las relaciones?
Si supiéramos qué mata las relaciones, el cine, el teatro o la novela dejaría de existir, jaja. No sé si es la terminología o nuestra necesidad de la misma, pero sí sé que somos nosotros quienes enredamos y complicamos todo, pero es que somos así, complicados, complejos. Afortunadamente para el arte, y para la vida, los hombres y las mujeres somos terriblemente difíciles y contradictorios. “Tregua(s)” habla de la dificultad de saber quiénes somos, y qué queremos, de saberlo y sobre todo de aceptarlo. Y de que sí, ahora tendremos más terminología que nunca, más palabras que nunca para definir las relaciones y a las personas, pero nuestros problemas siguen siendo los mismos.
“Tregua(s)” tiene esa reminiscencia a cintas como “Habitación en Roma” o la trilogía de Linklater – de la que estoy de lo más in love – ¿son historias que te han inspirado?
Más que “Habitación en Roma”, sería la original “En la cama”, de Matías Bize, de la cual la de Medem es un remake. Cuando la vi por primera vez, me atrapó de una manera increíble que luego me preguntaba todo el rato cómo podía ser que dos personas hablando en una cama me subyugara tanto. En cuanto a Linklater, creo que también es evidente la conexión, me encantan las tres películas y en especial la segunda, me encanta el cine que lo apuesta todo al intérprete y a la palabra. Pero, eso sí, esas tres películas son mucho más románticas, especialmente la primera, que “Tregua(s)”, quizá porque habla de gente más joven, con más… no sé. ¿Ilusión?

Tras el paso por festivales, conseguir sus merecidos reconocimientos, llega a los cines a la de ya, ¿tienes mariposas en el estómago por ver a tu hije por fin en la gran pantalla?
En realidad, los festivales es donde puedes sentir más de cerca, en vivo y en directo, la relación de tu película con el público, mediante las presentaciones, los coloquios… Málaga, Alicante e Ibiza han sido muy especiales en ese sentido. Cuando la película llega a cines, aunque tendremos algunos pases con coloquios, ya no puedes seguir tan de cerca esa relación, y todo depende de factores fuera de tu control, ya eso algo más de marketing, cifras, cines, ¡hasta el tiempo! Quizá sólo estoy sintiendo eso que llaman “el síndrome del nido vacío”.
Sin duda, Mario, te queda un laaaargo camino por recorrer… Así que, en tu lista de deseos, ¿Cuáles son esos retos profesionales que te gustaría enfrentar? ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Te tomo la palabra en lo del largo camino. Yo firmo ya. ¿Retos? Todos. ¡Acabo de empezar! Me encantaría compaginar el teatro y el cine, de manera más regular, alternar proyectos personales con otros que me vengan de terceros, me parece una forma fantástica también de crecer, no llevar a escena o a pantalla textos míos, sino de otros autores, ampliar mi visión del mundo. Actualmente, estoy escribiendo el guion de otro largometraje, y continuaremos con la gira de los montajes de mi compañía teatral, Hernández & Fernández.
«El cine, las artes y la cultura en general de España, viven un momento de gloria, que debemos cuidar mucho más, y que el gobierno del país, fuera el que fuese, debería enarbolar como única y exclusiva bandera»
Si hay una película que me gusta mucho es “Noviembre” de Achero Mañas y en ella destaca una cita que dice eso de que “el arte es un arma cargada de futuro”. A 2023, con todo lo que no deja de pasar, ¿cuál es la percepción que tenéis los artistas sobre la situación de la cultura? ¿Crees que la accesibilidad para creadores y consumidores es real o aún quedan cosas por mejorar?
Que quedan muchísimas cosas por mejorar lo está demostrando la huelga de guionistas e intérpretes en Estados Unidos. Las formas de consumo audiovisual han cambiado de manera increíble en los últimos años, grandes corporaciones se están lucrando de ello, pero no desde luego, los intérpretes ni los autores, que son los pilares para contar una historia. Hoy en día parece que es más fácil levantar un proyecto artístico que nunca, pero no es la realidad: cuanto más hay, también cuesta más discernir lo auténtico de lo falso, lo que está bien hecho de lo que no, lo que se ha realizado con un equipo dado de alta y cobrando lo que tiene que cobrar, que lo hecho mediante “trampas” y subterfugios. El cine, las artes y la cultura en general de España, viven un momento de gloria, que debemos cuidar mucho más, y que el gobierno del país, fuera el que fuese, debería enarbolar como única y exclusiva bandera.
¿Qué le pides a tu profesión?
Que nos respete y se respete, a sí misma y desde fuera.