Los tres mejores montajes de la década del Be Festival, Festival de Birmingham, hacían su primera parada en nuestro país el pasado fin de semana en el Corral de comedias de Alcalá. La interpretación del lenguaje, el lenguaje del movimiento y el movimiento al ritmo de “Livin’On a player”, el tridente al ras de una teatranalidad no convencional.

Por Cris | ¿Qué es teatro y qué no? ¿se debería delimitar toda obra no convencional para que su fin logre entenderse? Pudiendo abrir un debate en torno a la libertad de creación y el fin del lenguaje escénico, es cierto que en ocasiones un espectáculo tiene a requerir por una clara explicación pre contemplación a fin de evitar el desacuerdo y el desconcierto de un público muy consumidor de teatro, de teatro para masas.
Estas situaciones ocurren, y ocurría con las propuestas con las que se conmemora lo mejor de los últimos diez años del Be Festival, popular y famosa Festival de Birmingham, que hacía su primer alto en nuestro país en el Corral de Comedias de Alcalá de Henares. Lo que se cocina en las artes escénicas fuera llegaba a través de tres piezas independientes cuya cierta conexión si se busca en su subtexto podía convertir esta muestra en un conjunto único. Porque el teatro está en evolución, aunque las miradas apunten fuera de lo convencional y se invite a observar elementos disruptivos a escena, pudiendo incomodar, incomprenderse o directamente desentenderse del gusto hecho para todxs.
Un viaje que cruza Europa con el creador e intérprete Franco-Portugués Romain Teule, la coréografa y actriz húngara Anna Biczók y el fantástico dramaturgo y performer inglés Paul O’Donnell.
Los lenguajes del teatro

Bajo un formato propio de una charla Tedx, «LÉGENDE», de Romain Teule y ese «PRECEDENTE SOBRE UN FUTURO POTENCIAL», de Anna Biczók son puros ejercicios de oratoria que mecen al público menos habituado, o menos concienciado con lo que la muestra del Be Festival recoge, a tener cierto desconcierto que se rompe en puntuales tímidas risas con las libres traducciones de la performance entorno a la traducción del lenguaje de los pájaros de Teule o con la participación a entrar dentro de ese ejercicio que ejecuta la artista húngara.
Con ello, la pieza que abre el espectáculo consigue sumergir gradualmente al público a comprender eso que hace Romain en escena, o al menos salir con la idea clara de que esa interpretación del lenguaje es una ficción. O eso espero. Jugando a identificar las palabras de los pájaros, la performance ata piezas, palabras sin vinculos buscando desafiar el concepto de la palabra. Siendo el montaje funal puro ingenio fruto del gusto del artista por la traducción en general, sumar una de las famosas escenas de «Los pájaros» de Hichtcook para luego hacer uso del puente entre la palabra y el propio nombre del popular cineasta un festín de variaciones y juegos de palabras, «LÉGENDE» hace que cuerpo, texto y lenguaje confluyan en un inusual trabajo sobre la traducción adaptado en esta ocasión al público español.
Las cualidades del movimiento es un «PRECEDENTE SOBRE UN FUTURO POTENCIAL», eso expone Anna Biczók. Una bailarina, una mujer, una actriz,… un todo que muestra las partes del cuerpo de manera aleaotoria en una pieza formada por recuerdos, imaginación y cambios de perspectiva, para explorar la forma en la que estas sensaciones crean el fenómeno que conocemos como ‘experiencia’. Por ello, el moviento llena el espacio, le da vida e ilumina. Muy al límite de la teatralidad más popularizada, el mensaje que lanza a los espectadores da lugar a una invitación a ejecutar un cambio de rol porque no es fácil llenar una caja negra, vacía, sola, como es un escenario, y por el cuál, reconoce, que por todo este trabajo corporal merece de todo valor pisar un teatro.

El colofón final, todo un necesario y estupendo subidón final, se debe a «WE’VE GOT EACH OTHER», de Paul O’Donnell. Grandioso. Metateatro con guiños spanish en el que el artista británico describe paso a paso lo que hubiera sido un impresionante musical de Bon Jovi. A falta de presupuesto buena es la imaginación, y con ella consigue sumergir a todxs a una granola musical de gran escala como es un musical con 38 intérpretes, 72 músicos, coreografías de Norma Duval – que incluye el famoso paso de «Dirty Dancing» – y un cañon de confeti con el que vivir dos horas y treinta y cinco min de show con veinte minutos de descanso.
Aunque con el Be Festival llega una versión reducida de 30 min, este ingenioso y divertido monologo ironiza sobre los estereotipos de los musicales y se convierte en un disfrute diez por el gran trabajo de Paul que hace tan vivida ensoñación una experiencia donde el bucle de su leit motiv – «Livin ‘on a Prayer» – consigue contagiar el ritmo de los sueños post-show 🤟.

Treinta minutos por pieza y un encuentro con sus protagonistas post-función que próximamente podrá verse en Pamplona (31 de octubre en el Teatro Gayarre), en Madrid (del 7 al 10 de noviembre en el Teatro de la Abadía ), Vitoria – Gasteiz (12 de noviembre en el Teatro Jesús Ibánez de Matauko) y en Lekeitio (16 de noviembre en Arropaineko Arragua).