UN VIAJE GRAMATICAL
- Tu planning es LA LENGUA MADRE en los TEATROS LUCHANA (Sala 2) Hasta el 31/Enero/2016.
- Inteligente y mordaz pieza escrita por Juan José Millás.
- Bestial Juan Diego dotando de criterio y pasión las palabras de ‘La lengua madre’.
Por Cristina | «Amen las palabras, pero no se fíen de ellas». Con este sabio consejo cierra el ensayo de su conferencia el sabio gramático al que pone presencia y voz el incombustible Juan Diego. El veterano actor, no sólo está excepcional, sino que el texto escrito por Juan José Millás no ha encontrado mejor herramienta para hacernos testigos del mordaz e inteligente viaje gramatical de ‘La lengua madre, el retrato de una verdad muy verdadera.
Con una elocuencia y brillantez que hace manifestar el mayor de los disfrutes, esta pieza teatral aborda la defensa de la gramática y el orden alfabético bajo la previsión catastrófica del camino que le avecina al lenguaje. O lo que su reflexivo intertexto plantea: cuestionar el camino de la lengua, de la palabra, de la vida. La realidad de la crisis y el lenguaje impuesto por los bancos y los gobiernos. El sentido del sin sentido que los cambios han llevado a vaciar, manipular, estropear conceptos, y con ello, el valor fundamental de nuestras vidas.
Y es que, como argumenta su protagonista, «estamos hechos de palabras. Nos hacemos y nos deshacemos», así que por ello, los setenta minutos de este monólogo son un fluir de causticidad que cuestiona el sentido del presente en vistas del devenir del mañana. Un repaso en pos del entendimiento y no el desentendimiento actual al que la sociedad se deja llevar. De la palabra ‘palabra’ a la palabra ‘efímero’, Juan Diego transita por la desregularización de la gramática y los problemas de género decididos por el mercado – señala apuntando con comicidad la no existencia de palabras hembra y macho en una sociedad tan sexualizada como la nuestra -, por la ilógica ganadora a través del concepto ‘desescritor’, por la capacidad de la deuda reflejo de la insolidaridad, de un mundo movido por el crédito y no por el ‘des-crédito’ – «¿Acaso existe la capacidad de ahorro?» -, por los peligros del orden alfabético debido al no entendimiento del valor simbólico de ciertas expresiones, por la redundancia de la gramática actual – «es pura putrefacción» – y por el camino a todas las partes que pueden tomar las palabras convertidas en transmisores de infecciones, ya que, ¿en qué estado llegan? Ahí es donde se evidencian las trampas verbales que se tejen a causa de oscuros intereses.
Las palabras, al alcanzar determinada edad, se dice que son la sustancia de tu historia física y química. Eso cree este versado lingüista, defensor de que nuestro lenguaje es un verdadero patrimonio de todos porque está construido entre todos. Argumenta que ello hace que nos parece algo indestructible y que ello no es así. Se hace saber que cada año desaparecen demasiados términos dejando al mundo al servicio de lo absurdo. La manipulación y la mala escritura nos lleva a desentendernos de la información – que desinforma – y todo ello es la verdad del verbo actual.
‘La lengua madre’ es una explicación poderosa que tira de ilusiones, anécdotas y secretos familiares para armar un discurso nada ‘abúlico’. Un resultado surrealista y mordaz, cómico, literario y con una puesta en escena sencilla, directa y limpia en la que la espontaneidad y la experiencia del actor sevillano provocan un deleite bien aplicado. El amor por el alfabeto marca el tono de esta propuesta, un homenaje a la palabra, la herramienta para comprender el mundo, la Embajadora de la realidad. Una gozada de viaje gramatical.